parece que hallar el afecto en el estadio es mucho más inteligible que en una discoteca. Años y años gastando efectivo en bebidas poniéndonos curdas para contemplar si pillábamos en el bufé de manera de turno, y resulta que lo que había que originar era acudir a exudar la quiragra gorda en chándal para acertar el aprecio de nuestra fuerza. Al a salvo esto es lo que le ha sucedido a abundantes afamados que se han prendado de sus monitores personales.
y es que en parte es común: las celebrities pasan mucho momento con sus personal trainers. Conocen a la delicadeza sus individuos, sus medidas, sus fuerzas y inseguridades. Tienen familiaridad para contarles sus temores y para mostrarles su semblante sin maquillaje. El tufo a mador no impiden que acaben sintiendo cosillas posteriormente de cada roce que provoca que te acomode la suerte en la máquina de turno. Y claro, pasa lo que pasa, que nuestros célebres se enamoran de quien les está poniendo buenorros.
el último en flojear (supuestamente, pues él lo ha negado) en las redes de su monitora personal es Álex González, pero son rebosantes otros los insignes y conocidas que no pudieron resistirse al maromo o bolina que les daba voces de cómo actuar mejor las intestinales. hasta Terelu Campos encontró a su churri en el gimnasio entretanto recuperaba la figura y luchaba con la genética de ultimar teniendo el grosor de su madre.
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